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Posts Tagged ‘bosón’


La verdad es que puede parecer ciencia-ficción total, especialmente con el título que le he puesto a este artículo, pero la verdad, es que la existencia de las partículas gravitatorias (gravitón) está mucho más cerca de la ciencia que de la ficción.

De hecho demostrar su existencia es uno de los principales objetivos del LHC (Gran colisionador de Hadrones) que ha costado la nada despreciable cifra de 10.000 millones de dólares. Esto me hace pensar que tenemos algo más que una ligera sospecha de sus existencia.

Y no quiero hablar de la materia oscura, el bosón de Higgs (también llamada partícula de Dios y muy relacionada con el gravitón). Seguro que aquél a quien le interese la física teórica podrá encontrar bastante información al respecto, en webs o blogs con una mayor componente científica, que este humilde blog sobre reflexiones hipotéticas.

Por si algún insensato lector quiere empezar a adentrarse en estos temas, aquí pongo algunos enlaces (que Dios le coja confesado):

http://guillegg.wordpress.com/tag/fisica/page/2/

http://eltamiz.com/2007/12/18/el-graviton/

http://www.tendencias21.net/Particulas-masivas-inesperadas-cuestionan-el-modelo-estandar-de-la-fisica-de-particulas_a2712.html

http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20080910162436AA6YDda

 

La cuestión en discusión, es que si el gravitón y su correspondiente anti-gravitón, existen (lo cual parece probable), cabe pensar que en un futuro (200, 300, mil, diez mil, cien mil años) podamos pensar en poder manipular estas partículas encargadas de “transportar” la gravedad.

–         Bueno, chaval, ¿Y esto qué tiene que ver con los viajes interplanetarios?.

–         Pues mucho.

Para empezar, y de un tirón, eliminaríamos uno de los problemas asociados a los viajes espaciales de larga duración: la falta de gravedad y su efecto a largo plazo en el cuerpo humano (debemos suponer que también afectaría a nuestros amigos los Extraterrestres de forma parecida).

También eliminaríamos los efectos de una gran inercia, recortando el tiempo necesario para alcanzar una velocidad cercana a la luz. Recordemos que ya Einstein asemejaba los efectos de la inercia a un campo gravitatorio (con el símil del ascensor).

Y para terminar, aunque esto es ya más arriesgado, podría, al menos paliar el problema de la energía requerida. Si de forma externa a la nave se pudieran condensar partículas gravitatorias y anti-gravitatorias, por separado claro, después solo quedaría proyectarlas en la dirección adecuada.

Aquí alguien me saldrá con el principio de transformación de la energía (ni se crea ni se destruye, sólo se transforma), pero aún ciñéndonos a este estricto supuesto, habríamos ganado bastante en comparación con el actual modelo de cohete de propulsión, basado en el principio de acción-reacción, y en el que se pierde una gran cantidad de energía cinética transformada en calor.

Por cierto, la teoría de las supercuerdas tiene un lugar preparado y privilegiado para los gravitones.

 

Sea como fuera, la evidencia es que una civilización muy superior a la nuestra tecnológicamente, puede hacer uso de gravitones, partículas de Higgs, o vete-a-saber-qué que rellene los actuales huecos en la teoría física actualmente reconocida (que yo personalmente creo que hace más aguas que el Titanic).

 

Con nuestro actual y pobre conocimiento científico-tecnológico, podemos vislumbrar los mecanismos con los que los viajes espaciales serían coser y cantar. ¿Cómo lo verán civilizaciones mucho mas desarrolladas que la nuestra?

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